jueves, junio 22, 2006

En la impotencia médica.


Por: Ana Leonor Díaz.*

LA HABANA, Cuba – Junio 2006. Fue en 1985 cuando la propaganda del régimen cubano intentó persuadir al mundo de que Cuba, a la vuelta del siglo XXI, se convertiría en una potencia médica, y a ese fin proclamó la consigna de "Salud para todos en el año 2000".

Era la época en que resultaba fácil acudir con un padecimiento al servicio de urgencia de un hospital y salir dos horas después con un tratamiento y recetas para comprar las medicinas. Cualquier asmático podía aliviar su crisis a cualquier hora, y bajo la supervisión de un médico, todas las mujeres alumbraban niños sanos en cualquier hospital materno del país. Ciertamente, había hospitales y clínicas "especiales", con una atención de excelencia para la nomenclatura, sus conocidos y cualquier extranjero simpatizante del régimen.

Pero justo 10 años antes de la llegada del siglo, la burbuja se desinfló. La crisis económica más profunda en toda la historia de la nación cerró hospitales y policlínicas; los médicos fueron enviados a "misiones humanitarias" con tintes políticos, y los medicamentos desaparecieron de las farmacias. El sistema nacional de salud colapsó; la "potencia médica" se fue a bolina.

Recuerdo haber escuchado a más de un médico especialista su frustración, hace 20 años, porque luego de visitar aquella feria anual de tecnología de la salud, ningún equipo alemán, japonés, o sueco se compraba para los hospitales cubanos, equipados con monstruosos aparatos diseñados en Europa del Este con viejas tecnologías copiadas a occidente en los años cincuenta.

Tras la crisis de los noventa, que aún hoy continúa, una supuesta reanimación tiene lugar en los centros de salud, y la televisión oficial se empeña en exhibir equipos presuntamente modernos de dudosa eficacia y una abrumadora existencia de computadoras, en un esfuerzo por convencer de que el régimen sí se ocupa del pueblo cubano.

La realidad es otra. De las casi 200 policlínicas del país, una cuarta parte aún no ha sido remozada. De sus funciones se encargan las declaradas "aptas", con la consiguiente recarga de pacientes. Aún así, hay ausentismo de los escasos médicos especialistas, quienes deben asumir el trabajo de casi 30 mil médicos que laboran en el extranjero, en las faraónicas "misiones internacionalistas". El trabajo de los que permanecen en el país, en muchos casos es inútil. ¿De qué vale consultar al médico si luego no hay reactivos en los laboratorios para realizar análisis? ¿Si no existen los medicamentos esenciales para aliviar un ataque de asma, o hay que visitar cinco farmacias para conseguir un antibiótico que cure el herpes zoster, o un simple dolor muscular?

Como resultado de esa política, cientos de consultorios del médico de la familia permanecen cerrados desde hace años, lo mismo en las grandes ciudades que en poblados pequeños. Tampoco, por supuesto, atienden a 150 familias, sino al triple. Y no todos los días hábiles de la semana. Hay que estar muy enfermo en Cuba para lograr un ingreso hospitalario, un medicamento esencial o una simple radiografía. O quizás una "palanca" en divisas, como cobran los dentistas. Los demás, sólo le sacarán una muela gratis.

A pesar de los esfuerzos de la prensa oficial por convencer a los cubanos de que la atención médica es óptima, el escenario en Ciudad de La Habana es otro. Los consultorios cerrados, las policlínicas atestadas, y en los hospitales hay que seguir llevando la ropa de cama, bombillos para lámparas, jabón y detergente, y también envases para guardar agua para bañarse.

En la televisión la medicina cubana cura las más raras enfermedades genéticas, opera a los enfermos de Parkinson en alejados rincones del país, y rehabilita con modernos aparatos a viejitos discapacitados. Se desconoce, sin embargo, la cantidad de cubanos operados de cataratas o las cirugías a corazón abierto realizadas en lo que va del año.

* Periodista cubana independiente. Grupo Decoro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El estado precario del Sistema de Salud en Cuba es un reflejo del mismo sistema politico y economico imperante en Cuba desde el 1959. Para mantener en niveles optimos funcionalmente un sistema universal de servicios de salud es necesario tener una economia muy solida que permita aportar los recursos necesarios para mantener dicho sistema, caso que en Cuba no se da. Por el contrario la economia "socialista" que se practica en Cuba jamas funcionara y lejos de ayudar solo destruye no solo al sistema de salud en Cuba pero a todo el pueblo en su conjunto.
Salud no es solamente la ausencia de enfermedades propiamente dichas pero un balance entre los aspectos biologicos, psicologicos y social. En Cuba...donde el Terrorismo de Estado es practicado a diario..la psiquis del Cubano...se ha visto reprimida y enajenada a tan alto nivel....de ahi...el que Cuba tenga una de las tasas de suicidio mas altas de planeta....en jovenes prevalentemente, como se ha demostrado. Asi podriamos enumerar miles de efectos en la salud del pueblo de Cuba debido al malgobierno de Fidel Castro.....y que por mucho que quiera hacer ver que Cuba es una potencia medica...los resultados que se plantean no son tales....y que como sabemos gran parte ha sido a base el uso de los recursos generados por el trabajo esclavo del pueblo Cubano en una guerra propagandistica mundial de la dictadura Castrista vendiendo una imagen de una robolucion que se ha deborado a sus mejores hijos..no solo con prision, pero con muerte, exilio,etc....Nunca un pueblo rehen o prisionero de un desgobierno como el de Castro...podra tener buena salud, eso nadie lo podra creer nunca..y eso es lo que el pueblo de Cuba es....prisionero en la gran carcel en que Castro ha convertido a Cuba...!
Abajo el Tirano de Castro!
Viva Cuba Libre y Democratica!
Patria y Libertad!

Un hermano y compatriota.

Dr Rafael Edgar Puente Roca.
Santiago de Cuba. Cuba.