sábado, agosto 23, 2014

Mais Medicos: Feudalismo Ideológico.

Incluimos en nuestro Blog un artículo titulado: The story behind Cuba’s deal to send doctors to Brazil, que retoma el tema de los médicos cubanos en Brasil. El artículo ya tenía una respuesta que aparece en el excelente Blog de temas cubanos, Cuba open. No queremos dejar la oportunidad de incluir aquí de manera íntegra el artículo respuesta:
A veces resulta una tarea bastante pedestre, para no decir frustrante, encontrar los reportes o los ¿análisis? de ciertos llamados ‘periodistas’ cuando de Cuba se trata, o cuando de algún tema relacionado con Cuba se trata. Este es el caso de un artículo del sitio digital QUARTZ firmado por un, supuesto, periodista de origen colombiano de nombre Daniel A. Medina.
El llamado ‘periodista’ compara las cifras de gastos en salud y cantidad de médicos entre Cuba, Brasil, Estados Unidos y Canadá, para llegar a “desentrañar” el “por qué” de la presencia de los médicos cubanos en Brasil. Y presenta esta tabla que le ofrezco a continuación, cuya fuente de origen es la Organización Mundial de la Salud, OMS, o WHO en sus siglas en inglés:
Sin embargo, a la hora de cuantificar y analizar las cifras brasileñas, el ‘profesional de la información’, ¿no es así como se conocen a los periodistas?, comete la muy conocida pifia de rehuir las cifras de la OMS y se traslada a las que ofrece la OECD, que es una entidad independiente, cuyos análisis y observaciones están basados en evidencias y con la ayuda de gobiernos y organizaciones de la sociedad civil.
Muy diferentes de la conocida aceptación unívoca de la OMS que, en el caso muy particular de Cuba, es fatal.
El corolario del artículo del señor Medina parece decir, y refrendar, la “panacea” del sistema de salud cubanos, sin otras evidencias que lo que la OMS unívocamente acepta por parte de ese mismo gobierno, vale repetirlo. Se le olvida, por ejemplo, cuestionar esos gastos mínimos por parte de Cuba con respecto a la salud, donde deben estar incluidos los salarios miserables de los médicos y especialistas de la salud en la isla. No dejar de mencionar que no se cuestiona hechos importantes como: la calidad de esos médicos, el nivel tecnológico y la calidad de los servicios de salud, el monto de inversiones en un sistema que cada día reclama más de la tecnología, la existencia de medicamentos y de una infraestructura hospitalaria de calidad, y muchos otros aspectos que han sido cuestionados al sistema de salud de Castro.
Ah, cosa curiosa, como víctima colateral del escrito, contradice las conocidas declaraciones de ‘presidentes’ cubanos - que nunca lo han sido -, y representantes del oficialismo de salud, sobre las ‘cuantiosas’ inversiones en los sectores de salud.
¿Se ponen los ‘rolos’ o se hacen ‘papelillos’?
O la OMS miente, o el gobierno de Cuba desinforma a la OMS, o sencillamente, como es de esperarse, el gobierno de Castro miente en sus declaraciones públicas, envía informaciones ‘desinfladas’ de la retórica oficial y le hace caer en un ridículo para inflar el mito de la salud pública cubana, con aquello de que con poco dinero se puede tener servicio de salud.
Lo que está detrás de esta mistificación, sin embargo, es un típico feudalismo ideológico.
El gobierno de Cuba, según el mismo artículo de QUARTZ recibe anualmente 270 millones por esos profesionales de la salud en ‘Mais Medicos’. Mientras, esos mismos profesionales trabajan en las peores zonas de Brasil a cambio de una miseria, y sin opción de poder escoger y salir a ejercer su función donde el profesional desee. Los médicos brasileños tenían toda la razón al protestar, y los cubanos deberían aplaudirlos por sus protestas. Evidentemente lo hacen por ellos, no por los cubanos, pero en la práctica la protesta demuestra el uso feudal de la populista Dilma Rousseff de la agenda “Mais Medicos’.
Vamos, los médicos cubanos caen en el bolsillo de la presidenta como siervos de la gleba, gracias al ‘préstamo’ de su señor feudal, Raúl Castro.
El llamado ‘presidente’ Castro recibe doble beneficio aquí. Un inversor amistoso y que presta ‘amablemente’ dinero para construir monumentales obras en un puerto habanero, casi un símbolo del naufragio de la nación cubana, el Mariel. Recibe, además, una buena suma de dólares para su bolsillo desfondado. Y, encima de todo, un aplauso ideológico para un programa de salud que está en bancarrota en Cuba.
Mientras, en Brasil, los médicos que tienen oportunidad de huir del programa escapan, denuncian las condiciones de su labor, acusan a la presidenta Rousseff de contratar mano de obra semi-esclava y, muy importante, descubren la complicidad de las propias organizaciones hemisféricas y mundiales de la salud con la dictadura de Cuba.
Todas ellas hacen silencio mientras publican los informes del gobierno de Cuba, sin chistar, sin cuestionarlos, sin siquiera pedirles la presencia de organismos y fuentes independientes.
El silencio de los corderos.
En Cuba, pues, los médicos siguen con su pago de siervos de la gleba. Se les excluye del derecho a poder viajar libremente, se les explota sin misericordia al caer el peso de los ‘ausentes ideológicos’ sobre los hombros de los presentes y hospitales, servicios y medicinas siguen teniendo el doble estándar ciudadano.
No sé qué me frustra más, si el hecho de que se le sigue pagando muy liberalmente a ‘periodistas’ que no tienen la más mínima inteligencia, o deseo, o aptitud de cuestionar, buscar las cifras verdaderas detrás de los hechos, las evidencias, preguntar, preguntar y volverse a preguntar, después de todo el periodismo es la profesión de la pregunta; o la ‘maravilla’ de que aún se sigue premiando a un  gobierno con la aceptación de la semi-esclavitud de sus conciudadanos para el uso personal, y local, de un populismo mediocre.
El silencio es mucho más que complicidad, es aceptación.

*Programador y apasionado de la fotografía. Se define como un orgulloso cubano canadiense. Edita el Blog Open Cuba y Contrapunto. Reside en Toronto, Canadá. 

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